Gibara, mucho más que un pueblo de pescadores

Gibara, ciudad marítima del oriente cubano, alberga el conjunto arquitectónico colonial más importante de la provincia de Holguín, una de las principales ciudades del oriente cubano, a unos 740 kilómetros al este de La Habana.

Conocido por ser una comunidad de pescadores y ubicado en la costa norte del oriente cubano, ese poblado atesora apasionantes leyendas e historias fraguadas  desde su fundación en 1817. Declarado monumento nacional en 2004, este atractivo asentamiento fue reconocido por su historia, arquitectura y urbanismo, que lo convirtieron en uno de los más notables centros históricos del país desde el siglo XIX.

Desde su antigua muralla se puede observar la Batería de Fernando VII, con algunos vestigios del muro y los fortines, a la par de disfrutar de unas encantadoras vistas de la ciudad.

La llamada Villa Blanca, bautizada así por su cercanía al mar y la presencia de un tipo de cangrejo común en la zona, es una ciudad con gran fuerza cultural. Además de ser la plaza escogida para la celebración anual del Festival Internacional de Cine de Gibara, creado por el reconocido director de cine Humberto Solás, aspira a la designación de “Ciudad creadora de cine”, que otorga la UNESCO.

El Museo de Historia Natural, la iglesia de San Fulgencio y los museos de arte e historia son otros de los atractivos culturales que se recomienda visitar en ese poblado marítimo.

En las últimas décadas, ha florecido la actividad turística en la región, con la recuperación de tres casonas de principio del siglo pasado y su reconversión en instalaciones hoteleras bajo la marca de Hoteles E; junto a las prácticas de buceo en el sendero “Tanque Azul”, la mayor cueva inundada descubierta en Cuba, entre otras propuestas.

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